Mi afición
Allá por aquellos años en los que estudiábamos, latín, griego, matemáticas, etc. y que teníamos el bachiller partido con dos reválidas recibí, tras salir airoso de la primera como regalo una Yashica Reflex 6×6 que fue la que me abrió las puertas al fabuloso mundo de la fotografía. Era la época de lo analógico.
Monté un rudimentario laboratorio fotográfico en casa para consumo propio y a fuerza de trompicones fui descubriendo y desarrollando los secretos de mi aficción. Después de un parón de 30 años he sentido la querencia de la fotografía y he vuelto a las andadas tratando, otra vez a trompicones de profundizar en mis conocimientos casi olvidados.
Y de momento la cosa promete, me gusta y me divierto.
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>>1Q48
>>Kent Klich fotógrafo