Málaga se une al clamor mundial de los jóvenes exigiendo políticas efectivas que detengan el destructivo cambio climático. Los jóvenes exigen rotundamente a los que toman decisiones que afectan al clima, políticos, inversionistas, industriales, industrias de la extracción de materias fósiles, energéticas, industrias del plástico, etc., etc. a aplicar acciones concretas e inminentes para parar el desastre que se avecina.