Palma-Palmilla

Exposición fotográfica de Marina Reina.
El pasado 16 de marzo nos dimos cita en La Térmica centro de creación y producción cultural contemporánea de Málaga convocados ante la presentación en forma de exposición fotográfica de un trabajo colectivo dirigido por la fotógrafa malagueña Marina Reina sobre el barrio La Palma-Palmilla de la ciudad de Málaga.

Comenzamos con un encuentro, previo a la exposición entre el público y Marina junto algunos protagonistas y colaboradores en el proyecto.
Con gran entusiasmo nos describió esas primeras dudas que le acecharon ante la inminente puesta en marcha de su proyecto fotográfico. Nos habló de los miedos a los que tuvo que enfrentarse materializados en la figura del puente sobre el río Guadalmedina que separa dos mundos, el suyo y el de los otros.

Un barrio solidario gestionado por sus gentes.
Palma-Palmilla surge como barrio periférico en la zona norte de la ciudad allá por los años 60 para dar cobijo a gentes necesitadas provenientes de barrios históricos como La Trinidad y El perchel. A pesar del tiempo transcurrido, el barrio (Distrito 5) ha sido y sigue siendo uno de los más desfavorecidos de la capital. Arrastra en su historia periodos de gran exclusión social, drogadicción, criminalidad. Y a pesar de las promesas de las autoridades municipales incumplidas, Palma-Palmilla ha sabido sobrevivir a duras penas gracias al entusiasmo, dedicación y autogestión de algunos colectivos del propio barrio.

La fotografía cercana y positiva.
Marina entra de lleno con su cámara como bisturí de cirujano para diseccionar y mostrarnos una realidad que no pretende ser objetiva. Nos muestra sus gentes, sus risas, sus líderes, sus alegrías y tristezas, sus luchas y sus logros. Con grandes retos por delante esperanzados en un futuro mejor. Y sus niños, muchos niños, su futuro.

Niños, muchos niños.
Le pregunté a Marina con cuál de las fotos se identificaba mejor. Tardó la décima de segundo que se necesita para recorrer todas sus fotos a velocidad del rayo y sin dudar llevarme hasta la preferida. Dos niños, alegres y orgullosos de vivir en el barrio.