Parece que nos espera un verano extremadamente cálido.
¡Y yo no tengo aire acondicionado en la furgo!
El año pasado las pasé canutas. Estuve en las fiestas de Estella-Navarra que se celebran en la primera o segunda semana de agosto y el calor fue realmente insorportable, cosa que no es común. Tuvimos que aguantar temperaturas por encima de los 40 grados.
Las noches, insufribles en la furgo. Busqué todas las posibilidades y/o alternativas para conciliar el sueño: abrir ventanas, subir el techo de la furgo, levantar el portón trasero, sacar la cabeza casi colgándola del colchón que abrasaba, reducir completamente la ropa interior, repostar constantemente el bidón de agua en la fuente del parque más próximo…
Me conformo con un «moreno albañil».
Y claro que me estoy planteando qué hacer este próximo agosto. Vivo en zona de playa y la verdad es que no me apetece nada dar de comer a los melanomas, no soy nada amigo de los rayos ultravioletas y me conformo con un «moreno albañil» que ya sé que se lleva muy poco en las pasarelas de belleza masculina.
Compartiendo las frías aguas del río Urederra con truchas y cangrejos.
En los momentos más álgidos cuando el calor azuzaba de lo lindo salía pitando a todo gas hacía la zona fluvial del río Urederra y allí junto a truchas y cangrejos la vida se hacía más llevadera. No sé qué pensarán estos animales acuáticos al ver a un tío de cuclillas aguantando la fría corriente de agua y apropiándose de un lecho que les pertenece.
Sé que es un sueño, sé que es una ficción.
En fin, aquí presento 4 fotos domésticas que añoran un verano fresquito, noches apacibles y brisas refrescantes. Sé que es un sueño, sé que es una ficción.
EXIF: Canon EOS R6 Mark II. Objetivo: Sigma Art 35mm 1:1.4 DG
Me han gustado las tres fotos de esta entrada sn fresquitas y no dolo por los tonos. La que me ha parecido más interesante es la segunda (probablemente por tener el agua más ondulación).