El Reciclante

El Reciclante de Malasaña
Esta mañana mientras desayunaba leía en un blog sobre fotografía, de esos que pululan por la red una discusión singular o quizás no tanto sobre si algunos fotógrafos vamos a la caza de la foto o si por el contrario estamos ahí cuando se da «el instante decisivo«.
He inmediatamente me he trasladado a ese momento de mi última visita a Madrid de hace a penas unas semanas en la que mientras andábamos disfrutando de unas birras en la Plaza del 2 de Mayo se nos acercó el «Reciclante».

«Reciclante»
En su mano izquierda portaba un buen racimo de llaveros que él mismo había producido con un par de tapones de las botellas de politereftalato de etileno (PET) que se usa habitualmente para bebidas carbonatadas que nos ofrecía con gran pericia de buen vendedor.
-Sí, éstos los construyo yo y dentro, escuchen, escuchen el tintineo.
Efectivamente, con un trocito de aluminio de cualquier lata de cerveza y después de haberle dado un par de vueltas con un alicate había construido un diminuto silbato que al insuflarlo emitía un pitido bastante agudo. Era el secreto bien guardado entre dos insignificantes tapones.

Momento fotográfico.
La situación resultó muy interesante fotográficamente hablando pues se daban algunas condiciones casi óptimas. Las luces eran de melocotón de un sol ya en retirada, el «Reciclante» irradiaba su propia luminosidad y yo tenía al ladito del vaso de cerveza en el velador mi inseparable cámara.
En ese momento no pensé si las fotos que me disponía a tomar eran producto de la búsqueda y caza del instante fotográfico o si la ocasión se presentó por azar tal cual.
Preparé la cámara y disparé.

EXIF: f/2,0 1/1000 AWB ISO100 50mm. Canon EOS 5DsR EF50mm f/1.8 II