Salinas de Añana Las vacaciones tocaban a su fin y en el camino pendular desde el Cantábrico al Mediterráneo paré en este espectacular lugar: El Valle Salado de Añana, Álava. Llevaba mucho tiempo pensando en ver este prodigio artesanal. Estoy hablando de unas ganas de años atrás.
7.000 años nos contemplan Los vestigios arqueológicos datan de una temprana explotación de la salmuera que brota de cuatro manantiales. Los expertos consideran que en el lugar del hoy Añana existía un mar hace 200 millones de años llamado Tetis que terminó siendo un enorme almacén en el subsuelo de agua salada casi pura y aflorando a la superficie por efecto del diapiro.
La explotación en la temprana prehistoria se efectuba cociendo el agua en enormes vasijas de barro hasta conseguir la saturación de la sal. Los recipientes se rompían para liberar las sal.
Los romanos cambiaron la técnica Con las llegada de los romanos el método cambió al actual por evaporación del agua de la salmuera en plataformas o eras que vemos en las fotografías.
A fecha de hoy, practicamente se viene explotando estas salinas tal y como nos enseñaron los romanos.
Un mundo artesano
4.000 m de canalizaciones El sistema de producción y explotación aún pareciendo caótico es bastante sencillo: Los manatiales de salmuera surten de una posición superior al resto del valle.
Esta salmuera se distribuye por cuantiosas canalizaciones de madera, unos 4 km a unos 850 pozos de almacenaje de los que se surtirán las diferentes eras (hay unas 5.000 no todas en explotación).
Entramado de madera Para sostener las terrazas se ha ido construyendo un sólido entramado a base de madera de pino con elementos lineales, pies derechos, jácenas, riostras, etc.
Impresionante estructura en bancales en los que se explota por evaporación la codiciada sal de Añana.
Oro blanco
250 gr de sal por litro de salmuera La salmuera de Añana tiene una enorme cantidad de sal. Un cuarto de kilo por litro de agua, es decir, 15 veces más que el gua de mar. Sólo el Mar Negro supera esta cantidad.
Mayo a septiembre [mejor época de evaporación] Los maestros de la explotación trasiegan al año con unos 150.000 kg de sal bruta y recolectan casi 22.000 kg de escamas, la preciada flor de sal