Beriain

Huir del Sur en verano.
Salí huyendo del Sur de la península hacia el norte del país. Las temperaturas se acercaban a los 40° y el Norte prometía cotas más benignas. ¡Craso error!

La lavanda no mitigó la canícula.
Los campos de lavanda tampoco apaciguaron el permanente sofoco.
A medio camino paré en Brihuega para solazarme con las fragancias de los campos de lavanda pero las noches no aseguraban un descanso placentero.

Rumbo a Navarra.
Seguí mi camino hasta la Comunidad Foral de Navarra, convencido de que en su zona media encontraría el sosiego necesario para reponerme de los últimos días de cuasiinsomnio. ¡Intento fallido! 

Di con la clave.
A comienzos de agosto puse rumbo hacia las Sierras de Urbasa y Andía para recalar en La Barranca a los pies del majestuoso San Donato 1.493 m, también denominado Beriain por su denominación en euskera, ya que esta zona de Navarra es vascoparlante.

Por fin.
Por fin pude conseguir lo que buscaba, días de suave lluvia, sol no muy intenso, nubes encapotando las cercanas sierras y noches apacibles con alguna que otra tormenta sonando a música celestial (nunca mejor dicho).

Santander «next».
Más tarde (hoy es víspera del 15 de agosto) seguiré mi rumbo hacia la costa cántabra. Allí me daré unos baños figurados de brisas marineras y de penetrantes fragancias provenientes de los frondosos bosques de laurel.