Un lugar de leyenda.
Laguna Negra de Urbión
Había dejado las Tablas de Daimiel y el solo hecho de que se le denominara desde antaño “Laguna Negra” atrajo mi interés. Un interés seducido por el propio nombre que me invitaba a imaginar un lugar fantástico, de oscuras historias y tenebrosos claroscuros.
Camino de la Laguna Negra
Atravesé la pintoresca villa de Vinuesa situada en la Tierra de Pinares en la Soria Verde en dirección de la laguna dejando atrás el imponente embalse de La Cuerda del Pozo. Desde el obligado aparcamiento tuve que emprender a pie y con la lengua fuera una empinada ascensión de 2 km del camino asfaltado que transcurría en un frondoso valle acompañado en sus profundidades por el rumor de un arroyo y el piar de ocultos pájaros.
Un lugar que invoca al mundo mágico
Exhausto llegué y sorprendido quedé.
La Laguna Negra situada a 1.800 metros de altitud presentaba la forma circular propia de antiguos circos glaciares. Enormes muros de rocas metamórficas, principalmente pizarras trasmitían su color grisáceo y oscuro a una laguna de aspecto tenebroso.
No es de extrañar que la oscuridad de las aguas provocara leyendas y fantásticos relatos:
No pasó desapercibida a grandes escritores
En 1880, Juan José García publica «Una visita a las Lagunas de Urbión», donde escribe: «Hay quien dice haber visto salir de sus tenebrosas ondas un monstruoso animal bajo la forma de un gigantesco lagarto, (…); otros dicen haber arrojado un carnero al fondo de las aguas suspendido en el extremo de, una larga cuerda, y al extraerla a los pocos instantes haber sacado sólo el esqueleto. Hay quien cree que la laguna no tiene fondo…»
En 1882, Erasmo Llorente recopila en su relato “Urbión y la Laguna Negra. Vistas de un paisaje” varias historias de la zona. Entre ellas, habla de un monstruo infernal que habitaba en la laguna: «Una monstruosa figura al parecer humana, de colosales formas que cruzaba por la superficie de las aguas con un aspecto feroz, terrible e iracundo sosteniendo entre sus desmesuradas manos otra horrorosa figura como de una serpiente que no dejaba ver sobre el agua más que su espantosa cabeza».
“El Mayorazgo de Labraz” de Pío Baroja
En 1903 Pío Baroja, escribe sobre ella en “El Mayorazgo de Labraz”: «Porque es una laguna donde hay una mujer que vive en el fondo y mata al que se acerca. Todo el que mira en esa agua muere».
«Los hijos de Alvargónzalez« de Antonio Machado
El relato que Antonio Machado escribió en 1912 titulado «La tierra de Alvargónzalez» lo podríamos resumir así: “Los hijos de Alvargonzález matan al padre para heredar, acaban vendiendo sus tierras al hermano menor, Miguel, que vuelve de América, y por último, perseguidos por su destino implacable de parricidas, van a caer y morir en la Laguna Negra, donde habían arrojado el cuerpo de su padre”.
«La tierra de Alvargónzalez» (poema)
I Siendo mozo Alvargonzález, dueño de mediana hacienda, que en otras tierras se dice bienestar y aquí opulencia, en la feria de Berlanga prendóse de una doncella, y la tomó por mujer al año de conocerla .....
Familia volviendo de la visita.
En busca de un lugar de pernocta.
Enlace al romance de «La Tierra de Alvargonzález» de Antonio Machado: https://guiadesoria.es/patrimonio/leyendas-de-soria/2063-la-tierra-de-alvargonzalez-romance.html
EXIF: Canon EOS R6 Mark II. Objetivo: Canon EF 24-105 mm 1:4 L USM